Me acuerdo que era el más bajito y entonces me tocaba ir adelante de todo. Me acuerdo que a mi vieja se le cantó que yo tenía que usar la corbata del colegio aunque el resto de mis compañeros iban a usar una de razo azul, que para mi vieja era horrible aunque para mí era la mejor foma de no llamar demasiado la atención. Me acuerdo que el festejo fue celebrado por la noche y me la pasé rodeado de amigos ... DE MIS VIEJOS. Y hoy me encuentro con una foto que tiene de protagonista al primogénito de mi mejor amiga y de Mark durante su primera comunión, en Bélgica. Corderos y corderas de D10S, saquen sus propias conclusiones!

PICARON!!!!
ResponderEliminarUn grande el niñito!
La idea fija desde pequeños...
ResponderEliminarquélotiró!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue observación eh
ResponderEliminarchipimailaif: nieto e´tigre! (no digo hijo a ver si a Mark se le arma)
ResponderEliminarmery: no hay agua bendita que lo salve a este hijo del mal.
verde: con el tiempo va a cambiar. le va a mirar el culo a las compañeras en vez de a las veteranas.
A mi me peinaron y parecia el topogiyo con las orejotas y el pelo tirante!!
ResponderEliminarOh my God!
Jajajajaaaaaaa plantó bandera desde ese mismísimo momento!!! Qué justa la foto...
ResponderEliminarque mal pensados, el chico miró porque la mujer se agachó a levantar el muñeco de ben 10
ResponderEliminarla comunión, ¡qué tiempos aquellos!
guadex: a mi me rapaban a cero. no por nada me decían "Felipe" de chiquito.
ResponderEliminareme: ahora quien va a lograr que el niño no vaya a misa todos los domingos, no?!
al menos el vejestorio te dio guita?
ResponderEliminarZeithgeist: no recuerdo, creo que me empedé con sidra aquella noche.
ResponderEliminarLo mejor era la transacción de estampitas por dinero, era como darle un pedacito de fe a alguien a cambio de unos 20 o 30 pe, con lo q juntabas te comprabas la bici...por lo menis así era en mis pagos...
ResponderEliminarno llegué a la bici. pero ligué buenos regalos me acuerdo. una pelota de futbol, un skate y una raqueta de tenis que vaya a saber porqué, son los tres regalos que recuerdo y los tres tuvieron destinos trágicos.
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