NO ES LA PRIMERA VEZ QUE ME PASA.

LOS HOMBRES NO MIRAN VIDRIERAS. Pero en un momento de confusión vi al pulóver negro del otro lado del vidrio mientras le hacía codito del double dragon a media tribu "megustacaminarcomoganadoporcabildo". Y Dios que es chabón, le dejó pegado un cartel que decía "80 pé", y encima le abrió un poco el cierre irregular que a los jodidos tanto nos llama la atención. Y el diablo, que además de ser minita, el sábado le tocaba el día que ... viste ... vos sabes cuando ... ese que ... (porque te pensás que el diablo es rojo, para disimular la menstruación!) se encargó del resto. Sábado, domingo y lunes, el cajero me respondió que tenía excedido mi límite diario. Cosa que no sería del todo incomprensible, si no fuera la primera vez que usaba la tarjeta desde que me la acreditaron. Así que opté por la indiferencia ... después de recagarlo a patadas e invocar a todos los maleficios en arameo, umbanda y lalala que se me vinieron a la mente. El lunes volví al banco, discutí con el de atención al público, con el cajero, retiré el dinero por ventanilla, y salí corriendo del laburo para encontrarme con un vendedor de acento extranjero que me dice no quedaron más. Pulóver, colorado. Colorado, pulóver. Ha sido un gusto. Nos estamos viendo en alguna feria americana, en unos 20 años.