Que si es tu clásico. Que si es tu ex. Que si es el clásico de tu ex. Que si están por descender. Que si estaban por ascender. Que si quedás frente a la tribuna rival. Que si es la final. Que si no sólo no lo gritás, sino que encima tenés que pedir perdón. Caretas de mierda! Hay una enfermedad que está matando lo más lindo del fútbol después del gol, el festejo. La alegría inmensa, dulce, siniestra. Y yo que juego de 3 en cancha de 11 hace muchos muchos años una vez sí, metí un gol divino en campeonatos oficiales, y no me importó que era el tanto del 6 a 0. Lo tenía tan tan ahí adentro que se lo grité en la cara a los rivales, a los compañeros, al técnico y a los hinchas que nunca tuve. porque sino lo podés festejar, el gol que acabás de hacer no vale.
ROQUE & GERVASIO, Pioneros del Espacio, 40 y 41.
Hace 6 años