Donde yo hago que trabajo es ley que apenas volvés de vacaciones no podés hacerlo con las manos vacías. Llegás pobre, porque el único que llega de las vacaciones con más guita que cuando se fue es Dios. y Dios no labura en mi oficina. Sino se replantearía varios pasajes de la biblia. En fin, yo no fui la excepción y a pesar de que me apodaron "psico", no falta quien se escuda en el anonimato, y aprovechando que la oficina es grande y hay mucha gente dando vueltas, revolean un "¿qué trajiste?" a ver si caen 2 o 3 docenas de facturas, chocolates, garotos, snikers o alguna que otra cosa para apaciguar a las fieras. Mi respuesta no pudo ser más acorde con la realidad de mis vacaciones.
ahora te pregunto a vos:
¿QUÉ LES REGALÉ A TODOS LOS PRESENTES?
el que adivina tiene premio!